CAPABLANCA: REY DEL AJEDREZ CUBANO

A finales del Siglo XIX, acontecen en Cuba dos hechos de gran trascendencia que repercutirían de manera definitiva en las tradiciones ajedrecística de los habitantes de la Isla.

La Habana sirve de sede para la discusión de la corona mundial entre Wilhelm Steinitz y Mikhail Chigorín y nace el niño prodigio, orgullo del juego ciencia cubano y su mayor y mejor exponente: José Raúl Capablanca. Gracias al Rey del ajedrez cubano, el país comienza a ser noticia en las primeras décadas del siglo XX, hasta que el 1921 la familia del trebejo en el planeta queda asombrada por la victoria de Capablanca en el match por la corona mundial frente a Enmanuel Laster.En La Habana, el primer y único Titular del orbe es uno de los atletas del siglo en Cuba no solo por sus excepcionales resultados deportivos sino también porque, a pesar de las jugosas propuestas, nunca renunció a su condición de cubano.

Historia

El cubano José Raúl Capablanca, quien nació el 19 de noviembre de 1888 en el Castillo del Príncipe, en La Habana, es de esos deportistas que por su personalidad, calidad y aporte al ajedrez trascendió a su tiempo.

José Raúl, aprendió a jugar el ajedrez a los cuatro años, en forma autodidacta,  mirando su padre a quien le señaló un error al mover un caballo en uno de los tantos cotejos que este realizaba en las tardes habaneras. Desde ese momento comenzó a asistir al Club de Ajedrez de La Habana, donde le ponían unos libros encima de su silla para que llegara a la altura de la mesa y pudiera ver el tablero.

En 1900, a los once años, se convirtió en el campeón más joven de la historia del ajedrez cubano, récord que aún perdura, al derrotar al maestro Juan Corzo, entonces titular.

El joven Capablanca se traslada a Estados Unidos en 1904 para estudiar ingeniería química en la Universidad de Columbia, Nueva York, plaza destacada de los trebejos en el mundo a inicios del Siglo XX.

Compaginando la practica deportiva con los estudios, comenzó a visitar el "Manhattan Chess Club" donde la noche del seis de abril de 1906 ganó un fuerte certamen de "rapid transit" derrotando en la final al entonces campeón del orbe el alemán Emanuel Lasker.

Tras la derrota, el gran Lasker estrechó la mano de su joven rival al tiempo que le expresó: "Es notable, joven, usted no ha cometido errores". Ahí mismo Capablanca comprendió que su vida estaría ligada al ajedrez.

 El cubano José Raúl Capablanca a finales de 1908 e inicios de 1909 efectuó una gira por varias ciudades de Estados Unidos en las que impartió varias simultaneas, con el impresionante resultado de 700 victorias, 19 tablas y sólo 12 derrotas.

Esta actuación le permitió enfrentar durante 1909 a uno de los mejores trebejistas de mundo, el campeón estadounidense Frank J. Marssall a quien apabulló por ocho triunfos, una derrota y 14 tablas.
Su cálculo rápido y su intuición en las posiciones teóricas, que casi desconocía, traspasaron el Atlántico y llegaron hasta el Viejo Continente.                                                                                                        Comienza así una ascendente carrera llena de triunfos sensacionales cuyo punto culminante fue la consecución  del cetro del orbe en La Habana, 1921, frente al alemán Emanuel Lasker.
Entre 1916 y 1924 se mantiene invicto, hasta que en el torneo de Nueva York de ese año el checoslovaco Richard Reti lo vence. Pierde el título en 1927 ante el ruso-frances Alexander Alekhine, ante quien nunca antes había perdido un cotejo.

Muchos achacaron la derrota ante Alekhine, a su falta de preparación, pero ello jamás se comprobaría, pues su talentoso adversario nunca le dio la revancha.

Después de perder la corona, el ingenio de Capablanca siguió brillando y mostró su mayor esplendor en 1939 cuando ganó los Supertorneos de Moscú, Unión Soviética y Nottingham, Inglaterra.                                              

Su última gran actuación al más alto nivel fue la medalla de oro que obtuvo en la Olimpiada Mundial de Buenos Aires, Argentina, en 1939, por encima de varios de los mejores jugadores del mundo  entre ellos Alekhine.

 La noche del siete de marzo de 1942 sufrió un derrame cerebral, mientras analizaba una posición en el Manhattan Chess Club, un día después  fallecía en la propia ciudad de Nueva York. Actualmente su tumba está ubicada en el Cementerio de Colón, en La Habana.

 

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