De histórico y muy valiente pudiera calificarse, sin temor
a equivocaciones, el discurso pronunciado por Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana
de Venezuela en el 61 período de sesiones de la Asamblea General
de la Organización
de Naciones Unidas.
Y es que Chávez con una disertación coloquial y fluida
consumió su tiempo sin que los allí presentes ni nosotros, los televidentes,
sintiésemos necesidad de movernos del asiento, a no ser la representación del
gobierno estadounidense que prefirió permanecer ausente del plenario.
Las razones eran obvias. El estadista venezolano dijo, como
siempre con entereza y sin tapujos, varias verdades que duelen al imperio y a
su mandatario, cuyo discurso comparó con una película de Hollywood, que pudiera
tomar por título “Las Recetas del Diablo”, pues tratan de mantener el actual
esquema de dominación, explotación y saqueo de los pueblos del mundo.
Chávez conocedor de cómo vive el mundo hoy, criticó con
dureza y sin temor de estar en las entrañas del monstruo, la guerra contra el
Líbano y las nuevas amenazas y campañas contra su país y otros como Irán, al
tiempo que llamó a reformar la ONU,
incluso cambiar su sede para una nación del Sur.
En pocos minutos, el Jefe de Estado Venezolano habló de
otros muchos temas de interés para el mundo; la decisión de su país de
convertirse en la voz de los países pobres en el Consejo de Seguridad, el doble
rasero de los Estados Unidos ante el terrorismo y a la vez proteger a connotados
terroristas como Luis Posada Carriles, autor de crímenes como la voladura de un
avión cubano con 73 personas a bordo.
¿Qué decir de su seguridad cuando se refirió a los
resultados de la XIV Cumbre
de los No Alineados, concluida recientemente en La Habana y la desilusión de
algunos por el buen estado de salud de Fidel, quien preside ahora este
movimiento?
En fin, al escuchar a Chávez muchos pueblos del mundo
pudieran haber sentido la emoción de verse representados en las Naciones
Unidas, con la misma fuerza y entereza que cuando habla en uno de esos
escenarios el presidente Fidel Castro.
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Si, me gusta mucho cuando escucho a Chavez meterse con el monstruo sin tapujos ni pelos en la lengua…como hace Fidel…
ojala hubiera más como ellos…y menos o ninguno de los otros…
Viste como siempre regreso…jeje…voy haciendo mi ronda, solo que hay tantos que tardo días..ademas de los que me paso dormida en el sofá…pero vuelvo ehhhhh…jajaja
Venga otro besote enorme…y uno regrande para mi isla chiquita…;)