La playa: Lugar idóneo para los ejercicios

El privilegiado clima tropical que durante casi todo el año existe en nuestro país hace que escaparse a la playa, un río o una presa sea una de las diversiones preferidas a la hora de ocupar los ratos de ocio, lo cual sirve para olvidar el estrés y los problemas cotidianos.

Es cierto que esos lugares son  idóneos para descansar. Sin embargo, también es un espacio donde divertirse puede ser una ocasión inmejorable para tonificar el cuerpo con un poco de ejercicio físico al aire libre.

Son muchas las actividades y disciplinas deportivas susceptibles de ser practicadas en la playa. Y para eso no es necesario ser un atleta consumado o tener una gran preparación aeróbica: Caminar por la orilla, jugar palas, voleibol de playa, nadar o, simplemente, correr son algunas de ellas.                      

La natación es el deporte ideal para aquellas personas que hayan acudido sin compañía, pues se trata de un esfuerzo personal en el que resulta francamente difícil mantener una conversación. Cuando se nada en el mar es recomendable hacerlo siempre en paralelo a la costa, pues alejarse demasiado de la orilla es un riesgo que es preferible no tomar.

Otra de las actividades que no implica compañía es correr, aunque esta disciplina exige una preparación mínima y no está indicada para personas que mantengan hábitos sedentarios. Es conveniente comenzar con un ligero trote e ir incrementando el ritmo de forma progresiva.

Es recomendable evitar correr en horas en las que el sol pega con más fuerza; las primeras del día y las últimas de la tarde son las más apropiadas para la práctica de este ejercicio. El lugar más indicado para correr en la playa es la zona anterior a la línea donde mueren las olas, pues se trata de un terreno liso y estable que reduce el riesgo de sufrir torceduras.

Las diferencias entre andar por la playa y correr, son mayores de lo que parece, pues el aumento de velocidad supone un movimiento distinto que hace que la intensidad del esfuerzo sea mayor.

Pasear por la orilla del mar es un ejercicio aeróbico beneficioso para el sistema cardíaco, el aparato respiratorio y el locomotor, siempre que el ejercicio dure más de veinte minutos, su intensidad sea fuerte y se practique con cierta frecuencia. El ritmo ideal para que surta efecto es aquel al que empieza a costar mantener una conversación.

Hay que tener en cuenta que en el agua el esfuerzo es más intenso, por lo que conservar un buen ritmo puede resultar complicado. La arena, al ser una superficie irregular, dificulta el avance, por lo que lo mejor es caminar por la orilla.

Los más atrevidos pueden probar con el voleibol de playa, un deporte muy completo que pone en funcionamiento las piernas, brazos, hombros, pectoral y tronco. Es una disciplina divertida y exigente susceptible de ser practicada cuando se va a la playa en grupo.

No hay que obsesionarse por seguir las reglas del juego de forma estricta; lo importante es moverse, por lo que incluso simplemente pasarse el balón e impedir que toque la arena es un buen ejercicio.

Las posibilidades son muchas más. Y es que la playa, un lugar natural apropiado para descansar, es también un sitio donde mantenerse en forma.

 

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